Nueva señal de la DGT para zonas de bajas emisiones: qué indica y cómo actuar cuando la veas.

A lo largo de lo que resta del año, las calles de las ciudades de España contarán con una nueva señal en su paisaje urbano. Este nuevo elemento delimitará las zonas de bajas emisiones en las que estará prohibida la entrada a los vehículos de motor con algunas excepciones en función de la etiqueta medioambiental.

El objetivo, marcado por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, es que determinadas áreas del casco urbano, sobre todo el centro, queden libres de emisiones contaminantes o que éstas se vean considerablemente reducidas. En definitiva, disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y combatir el calentamiento global.

Esta nueva señal de bajas emisiones de la Dirección General de Tráfico (DGT) unificará el aviso que prohíbe el paso a estas áreas y, de esta forma, los conductores sabrán a qué atenerse en cualquier localidad de la geografía española.

Presente en las ciudades de más de 50.000 habitantes

Todas las ciudades por encima de los 50.000 habitantes tendrán que delimitar estas nuevas zonas, que ya están en marcha en Madrid y Barcelona, antes de 2023 y concretar qué vehículos pueden entrar en ellas.

El coche podrá continuar en función de la etiqueta medioambiental que tenga: Cero Emisiones, Eco, C o B y será la propia señal la que marque qué vehículos pueden entrar en cada zona.

También las ciudades con más de 20.000 habitantes y episodios de alta contaminación tendrán que establecer su propia zona de bajas emisiones.

¿Cómo es la nueva señal de bajas emisiones?

La señal de zona de bajas emisiones es un elemento de señalización vertical con las características propias de las indicaciones que prohíben una determinada acción o el paso a vehículos concretos, es decir, un círculo rojo con fondo blanco.

Dentro del círculo se puede ver un coche echando humo que representa la prohibición de entrada a cualquier vehículo de motor. Ahora bien, justo debajo del círculo, la señal incorpora un rectángulo en el que se detallan las excepciones a la prohibición, es decir las etiquetas de los coches que sí podrán continuar.

Si no hay excepciones, se trata de un área cerrada al tráfico rodado.

¿Dónde se colocarán las señales de bajas emisiones?

La obligación de establecer zonas de bajas emisiones llegará a algo menos de 150 ciudades de toda España. Cada Ayuntamiento será el responsable de establecer las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en su término municipal y decidirá cómo articularlas.

La nueva señal de zona de bajas emisiones permite que se puedan dibujar diferentes anillos de exclusión de vehículos contaminantes. De esta forma, se puede delimitar una primera zona más permisiva y hacer el acceso más restrictivo a los vehículos a medida que se acercan más al centro urbano de la ciudad.

Las etiquetas indicadas en el rectángulo inferior de la señal serán las que permitirán establecer esta gradación dejando pasar a vehículos más contaminantes en lugares todavía lejos del centro y restringiendo después progresivamente el acceso a los coches no contaminantes o cerrándolo completamente, según lo que determine cada ayuntamiento.

Etiquetas medioambientales de la DGT para coches

Cada señal de zona de bajas emisiones tendrá que marcar las excepciones que permite en el rectángulo inferior y, como hemos mencionado, estarán en función de la etiqueta medioambiental del vehículo.

Es importante, por tanto, saber qué etiquetas hay, cuál corresponde a nuestro vehículo y si es necesario llevarla en el parabrisas.

En España existen cuatro etiquetas medioambientales:

Etiqueta Cero (azul)

Es la que permitirá acercarse más al centro de las ciudades porque está reservada a los coches no contaminantes.

Esta etiqueta es la correspondiente a los vehículos eléctricos de batería, eléctricos de autonomía extendida, híbridos enchufables con una autonomía mínima de 40 kilómetros o vehículos de pilas de combustible, es decir, coches de hidrógeno.

Etiqueta Eco (verde y azul)

Los híbridos enchufables con una autonomía por debajo de los 40 kilómetros, los híbridos no enchufables, los propulsados por gas natural (GNC y GNL) y los que funcionan con gas licuado del petróleo (GLP) son los que tienen etiqueta Eco y, en todo caso, deben cumplir también con los criterios de la etiqueta C.

Las restricciones para estos vehículos suelen ser iguales o muy similares a las reservadas para el distintivo cero.

Etiqueta C (verde)

Poseen etiqueta C los turismos y furgonetas ligeras matriculadas a partir de enero de 2006 si son de gasolina o de 2014 si son diésel. También se encuadran aquí los vehículos de más de ocho plazas o pesados matriculados a partir de 2014.

A, sin etiqueta

Vehículos de gasolina anteriores al año 2000 y diésel anteriores a 2006. Son los que suelen quedar excluidos de las zonas de bajas emisiones.

Las etiquetas no solo son importantes para acceder a las zonas de bajas emisiones, también son el baremo que sirve para prohibir la circulación de determinados coches en situaciones temporales en las que los niveles de contaminación son elevados.

El caso específico de las motos

En el caso de las motocicletas, las etiquetas medioambientales tienen algunos problemas de implantación. Se estima que más del 55% del parque móvil de motocicletas no tendría etiqueta y un 26% recibiría el distintivo B, el más básico.

Lo cierto es que la clasificación de las etiquetas se ha hecho pensando en los coches y un buen ejemplo es el distintivo Eco, una etiqueta en la que es muy difícil que pueda haber una moto porque prácticamente no las hay híbridas. Tampoco de gas natural o gas licuado de petróleo.

La forma más rápida de saber qué etiqueta corresponde a cada vehículo

En la descripción que acabamos de detallar más arriba se puede comprobar qué etiqueta corresponde a cada vehículo, pero, si quedan dudas, la forma más sencilla de saber qué etiqueta corresponde a nuestro vehículo es utilizar el buscador que ha puesto en marcha la DGT para saber qué distintivo corresponde a cada vehículo concreto.

Tan solo hay que introducir la matrícula del vehículo y aparecerá rápidamente la etiqueta que le corresponde.

¿Es obligatorio llevar la etiqueta en el parabrisas?

La DGT especifica que no es obligatorio colocar la etiqueta en el parabrisas del vehículo. De momento, llevar el distintivo es voluntario y, en el caso de decidir colocarlo, la DGT recomienda situarlo en la parte inferior derecha del parabrisas.

Ahora bien, cada ayuntamiento tiene potestad para establecer sus propias normas en el interior de las ciudades y, en el caso de Madrid y en la mayor parte de los casos en Barcelona, sí es obligatorio llevar el distintivo medioambiental para poder acceder a determinadas zonas y en horarios concretos.

La multa en Madrid por no llevar el distintivo medioambiental es de 90€ y en Barcelona la sanción llega a los 100€. La DGT propone multas que puedan llegar hasta los 200€, aunque queda en manos de los Ayuntamientos decidir las sanciones.

La extensión de las nuevas zonas de bajas emisiones por el resto de las ciudades de España ampliará, con toda probabilidad, el número de espacios en los que será necesario llevar la etiqueta en el parabrisas. Con el tiempo, el distintivo medioambiental será un elemento más de todos la mayor parte de los vehículos.

No hay que olvidar que la pegatina medioambiental es la forma más rápida de diferenciar los vehículos contaminantes de los que no lo son y saber, por tanto, de forma inmediata, si pueden acceder a determinadas zonas de la ciudad.

Las pegatinas tienen un precio de 5€ en las oficinas de Correos y se pueden adquirir también online añadiendo los gastos de envío.

Dos experiencias muy diferentes: Madrid y Barcelona

Madrid y Barcelona son las dos únicas ciudades que, de momento, tienen ya establecidas su zona de bajas emisiones de forma permanente, aunque con dos modelos muy distintos.

Madrid

Madrid 360, que sustituye a Madrid Central, ha creado dos zonas de bajas emisiones: Madrid Distrito Centro y Plaza Elíptica y establece restricciones progresivas en el acceso a la ciudad.

Desde la M-30 queda prohibido el acceso a los vehículos sin etiqueta si no tienen un propietario empadronado en Madrid.

Las restricciones se ampliarán año tras año y está previsto que en 2025 ningún coche sin etiqueta pueda circular por el término municipal, tampoco los que sean propiedad de residentes.

Ahora mismo, en el caso de la almendra central, los coches sin etiqueta no pueden pasar, salvo los residentes, y los que tienen B o C pueden acceder solo para estacionar su vehículo en un aparcamiento público o privado.

Barcelona

El modelo de Barcelona es completamente distinto, abarca un área más amplia y es mucho más restrictivo. Ningún vehículo sin etiqueta puede circular ni por Barcelona ni por su área metropolitana entre las 7 de la mañana y las ocho de la tarde en los días laborables.

Los vehículos con etiqueta B o C sí pueden hacerlo.

Sevilla

En el caso de Sevilla, la zona de bajas emisiones no es permanente sino que se activa en momentos de alta contaminación. Las restricciones pueden ser, además, de acceso o de velocidad y suelen limitarse únicamente a los vehículos sin etiqueta medioambiental.

Ciudades como Valencia, Valladolid o Bilbao ya están trabajando para crear sus áreas delimitadas con la nueva señal de zonas de bajas emisiones. La implantación de nuevas zonas de bajas emisiones supondrá también la aparición de nuevos modelos con diferentes formas de gestionar el acceso a ellas.

De cualquier forma, estos modelos y los que se puedan implementar estarán muy condicionados por las disposiciones que pueda tomar el Ministerio de Transición Energética sobre estas zonas para homogeneizar su funcionamiento.

Como demuestran los cambios en Madrid y Barcelona, la implantación de las zonas de bajas emisiones y los distintivos medioambientales está todavía en una fase inicial en la que existe cierta confusión, con muchas dudas y zonas grises que todavía se tienen que perfilar.

La nueva señal de zonas de bajas emisiones ayudará a unificar y homologar la señalética para estas áreas, especialmente en las ciudades en las que todavía no están implantadas, y a dejar un poco más claro qué coches y motos pueden acceder a determinados espacios de los núcleos urbanos.

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